Reflexiones de un creativo influenciado por un asqueroso día de lluvia

Hoy no he dormido bien, y me he levantado peor. Me voy al lavabo y en el espejo veo la cara de un tío que parece el mapa de Arizona, mejor me pego una buena ducha. 2, 3, 4 minutos largos a una temperatura más que agradable ha mejorado sutilmente la situación. Me pongo mis cremitas y para terminar me aplico un gel roll-on efecto hielo en las ojeras para refrescar la mirada (como si eso funcionara). Me visto y salgo a la calle sin antes haber mirado el día, y....... llueve?, coño si llueve, caen gotas como chuzos de punta. Yo que siempre voy al curro en moto (una flamante BMW color gris antracita), hoy he tenido que coger el tren de cercanías, ese de dos pisos que el de arriba marea como un tiovivo, iba a reventar. Total ya en Barcelona sigue lloviendo, llego al trabajo con las Nike "Bruno Martelli" empapadas, me las saco, me siento delante el ordenador, escribo esto que estáis leyendo, y, me sienta bien, me animo y se me pasa el mal rollo. Al final llego a la conclusión que no hay un mal día, si no como quieres TÚ que sea ese día.