miércoles, 6 de abril de 2011

Llámame por mi nombre

La artista plástica Dorothy ha decidido coger las marcas mundialmente más conocidas y ha hecho un extracto de ellas, elevandolas a la síntesis más extrema. La artista en cuestión, ha desarrollado una serie de cuadros con la mínima expresión gráfica, con tan solo una línea, un color o quizás una forma, define perfectamente la esencia de la marca.

No hay más palabras para definir la belleza de algo tan simple, tan sutil pero a la vez tan pragmático. Consideradas piezas de colección por los amantes del minimalismo, Dorothy especula sobre que los cuadros no son más que el núcleo sobre el cual se desarrolla una marca, por lo cual, eliminando las partes más superfluas de la misma, se queda, en esencia, esto, una linea, un color o una forma.

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